viernes, 19 de agosto de 2011

Sese ya se me van a matar

Holaaaa (: bueno ya se que lo mas posible es que me maten por que no he publicado otro capitulo, y si, tienen mucha razon de hacer, lo que pasa es que tuve un viaje repentino por cosas familiares ): y deje la compu donde estaba el documento con el libro, máñana llego a mi casa y les publico el lunes ¿vale? un beso.

lunes, 8 de agosto de 2011

Capitulo 5


5
Noche de Chicas




Tome de mi vestidor una falda blanca con negro Adidas de ejercicio y un camisa de tiras de juego con la falda, estaba decidida que la mañana de hoy, un nuevo día en mi vida, iba ha correr un poco, que hay de malo en pensar en la salud, me coloque el conjunto de ropa y mis zapatos de correr, salí del vestidor  hasta el baño y me mire al espejo, el color de mis ojos resaltaban hoy mas que nunca, me lave la cara con agua, saque el cepillo para hacerme una cola alta de caballo, dejando caer mi largo pelo ondulado, corrí hasta mi vestidor en busca de unos pequeños zarcillos, encontré un par en el fondo de la caja, eran plateados, pero podían pasar desapercibidos a lo lejos, me los coloque lentamente y alce la vista a los estantes de mi ropa y vi mis Ray-Ban Aviator negros, lo que necesitaba, los tome y me los puse, pero me los saque otra vez y me los guinde en el cuello de la camisa por que no podía ver nada en mi alrededor, salí del vestidor y fui hasta mi cuarto, busque mi Ipod Touch y el forro que se guindaba en la muñeca para poder hacer deporte, lo encontré en la gaveta de la mesa de noche a lado de mi cama, lo guinde sobre mi muñeca y coloque el Ipod dentro del forro, dejando solo los auriculares que estaban ya ahora cada uno en mis oídos, aunque sin música, tome mi celular que se encontraba sobre la cama, lo coloque en vibrador y lo metí en el bolsillo de mi falda, fui hasta el baño solo para asegurarme que no falta nada, me mire en el espejo y hice una mueca loca para mi misma, ya estaba lista.
Salí de mi cuarto con mucha alegría, baje las escaleras rápidamente y vi a Bárbara en la cocina.

-       Buenos días, Bárbara – exclame sonriendo de mejilla a mejilla.

-       ¿A que la emoción? – pregunto ansiosa Bárbara con una ceja arriba.

-       Hoy es un nuevo día de mi vida – conteste sonriendo aun mas.

Di la vuelta hasta quedar en frente la puerta de la casa, la abrí de un tiron y de otro la cerré, hacia demasiado frío, había olvidado que era comienzos de invierno, ya venia el frío infernal… Pero no importa igual iba a sudar y el frío me va a refrescar, abrí otra vez la puerta y me estremecí ante aquel frío, me coloque mis Ray-Ban y salí en marcha, al principio corrí pero al final comencé a trotar, pase despacio por unas cuantas calles vecinas, por supuesto conocidas de años, mientras pasaba saludaba a personas de facciones conocidas, veía a los niños jugar en los jardines con sus pelotas, pero, no era muy temprano para que estuvieran despiertos, apenas eran las 7 am, bueno allá ellos, coloque mi Ipod en modo de reproducción aleatorio, haciendo sonar canciones movidas y estas haciendo que yo me mueva con el ritmo de la música con movimientos graciosos, a pesar que este corriendo, mientras pasaba algunos se me quedaban mirando y me sonreían, pero no era de modo de burla si no de diversión al verme, la verdad no me ofendía, sino mas bien, me divertía verlos sonreír, pero hay otros que me miraban raro, del modo de ‘’¿qué le pica a esta loca?’’, eso si me enfadaba en el fondo.
Me detuve en mi paso para devolver a casa cuando sentí una vibración en mi pierna, provenía de mi bolsillo y era mi celular, lo saque y vi que recibía una llamada de April.

-       Si buenos días, servicio de alquiler de lavadoras adomicilio – bromee con un tono de voz diferente.

-       Si bueno quiero una lavadora, ¿cuales me ofrecen? – bromeo siguiéndome el juego.

-       Tenemos la pequeña, medianas y grandes – ofrecí.

-       Tiene la de hoy vamos a cenar juntas por que es Noche de Chicas – dijo

-       ¿En donde vamos a cenar esta vez? – pregunte con ánimos

-       No me lo vas a creer, pero conseguí una reservación para ti y para mi en el Ritz – grito por el otro lado del teléfono

-       ¿¡El Ritz!? – pregunte con mas emoción todavía

-       Así como lo oyes mi querida amiga, así que arréglate como nunca jamás lo has hecho – ordeno April – Te busco hasta tu casa a las 7:30 PM

-       Okey tranquila, chao – dije y colgué

El Ritz, ostentoso, seria un día muy divertido, bueno eso espero, todo marcha muy bien el día de hoy, ojala termine como empezó.
Seguí trotando para llegar hasta la casa mientras pensaba en que me podría y que seria lo mas adecuado para la ocasión, pensé en varias opciones en que ponerme pero decidí que cuando llegara lo mejor que seria es ver toda mi ropa, corrí hasta llegar a la casa, pase por el porche y entre a la casa, mire el cronometro y había corrido alrededor de 45 minutos, suspire, era un buen tiempo, pero estaba muy cansada, fui a la cocina, abrí el refrigerador y saque de la jarra de agua y bebí de ella, sin servirla en un vaso, bebí tan rápido que se me congelo el cerebro por completo, fruncí el seño, me molestaba esa sensación, era desagradable, hacia doler mucho mi cabeza, volví a poner, la jarra en su sitio y fui a bañarme, para esperar el momento.




Mire el vestido que usaba, estaba mas que convencida que lo iba a usar, era azul oscuro, excelente color para la noche, la tela pegada a mi piel prácticamente, lo que hacia resaltar mi figura, era un poco mas arriba de la rodilla, hacia ver perfectamente mis piernas y la manga es larga, pero con una tela estampada trasparente muy bonita que hacia entrar el frío en mis brazos, llevaba unos tacones mas que altos punta redonda, cerrado y de plataforma azules oscuros de juego con el vestido, si no supiera caminar con tacones, me hubiera caído fácilmente, tenia un pequeña cartera azul, donde solo tenia mi dinero y teléfono, además traía una chaqueta larga encima color blanca, mientras esperaba a April fuera de mi casa, hacia un frío muy fuerte, suspire y vi como salía el vapor de mi boca, me gustaba ver ese fenómeno, mi pelo estaba suelto completamente y ahora caía en mis hombros, vi que a lo lejos se acercaba lentamente el Mercedes CLK500 de April y desde aquí se escuchaba la música a todo volumen que traía en el carro, baje las escaleras del porche cautelosamente y abrí la puerta del carro que se encontraba ya frente a mi esperándome, apenas abrí la puerta, todo el sonido salio al exterior.

-       Te vas a quedar sorda – regañe.

Entre en ese pequeño carro y no se como, me incline y di un beso en la mejilla a mi amiga que se encontraba en el volante, luego me dirigí al reproductor de música y le baje el volumen.


-       Creo que alguien hoy esta amarga – bromeo.


Me coloque el cinturón de seguridad y mientras la hebilla  sonaba, el carro rugía.

-       ¿Hiciste reserva? Recuerda que no dejan pasar sin reservas – agregue.

-       Claro que hice reserva, ¿cómo no iba a hacerla? – contesto picando un ojo y sonriendo.

-       Bueno, uno no sabe – solté sonriendo.

-       Sabes que no dejaría de hacerla, ¿qué malo que no este Emily?

-       Si, ya la extraño y se fue ayer…¿Y como van tus vacaciones? – pregunte primero sonriendo.

El Ritz no quedaba muy lejos de mi casa, era solo como 5 minutos de camino por la autopista, creo que ya íbamos  por la mitad del camino.

-       Regulares – suspiro, duro mucho en contestar eso.

Me quede en silencio, ya estábamos casi llegando, solo faltaba como 1 cuadra como máximo, me incline hacia delante para poder verla mejor.

-       Y ¿por qué? – me preocupe con la ceja en alto.

Mire hacia delante, ya habíamos llegado Lobby del hotel.

-       En el restaurante te cuento, ya llegamos - aclaro.

Apenas había terminado esas palabras cuando ya me abría una persona la puerta para poder bajarme del carro, lo mire, me tendió la mano, la tome y me ayudo a levantarme del carro, me pare y avance un pequeño peldaño para esperar a April que venia hacia mi, la mire y le sonreí, caminamos juntas hasta la puerta del Hotel, donde nos abrieron la puerta y entramos al Hotel.
Que bello Hotel, completamente de mármol y flores, caminamos un largo pasillo hasta la puerta del restaurante, donde nos atendieron mas rápido que volando.

-       Bienvenida al Ritz – dijo un pequeña joven tras un podio - ¿Me indica su nombre de la reservación?

-       April Moore – respondió rápidamente April

-       Espere un segundo mientras la busco en la lista – indico con una voz muy suave

Mire a April y ella me devolvió la mirada, era un hotel muy ostentoso, no quiero ver la cuenta de la comida, mire a April de arriba abajo, traía un vestido negro cruzado hasta un poco mas arriba de la rodilla.

-       ¿Una mesa para 2? – pregunto pasando la mirada por April y luego por mi.

-       Si, solo 2 – repuse yo.

-       Pase por aquí – indico.

Nos hizo señas que la siguiéramos dentro, era todo del mismo estilo, con mármol, pero con pocas luces, pasamos por algunas de las mesas, hasta que llegamos a la nuestra que traía un cartel de ‘’Reservado’’, nos sentamos cada una en nuestros sitios, la joven nos entrego a cada una la carta de menú y luego se retiro, mire a cada lado, no lo creía.

-       Whoa, ¡estamos en el Ritz! – se emociono April

-       Shh, no grites… yo tampoco salgo de asombro, amiga – dije

-       Okey, ¿qué vamos a pedir? – pregunto mirando la carta de arriba abajo.

-       Ni la menor idea, tal vez pida una pasta, no tengo mucha hambre – agregue

-       Te dije que no comieras – me regaño

-       No comí, es que no tengo hambre – corregí encogiéndome de los hombros

En ese preciso momento llego un camarero para pedir nuestra orden de bebidas.

-       ¿Qué desean tomar? – pregunto decentemente el camarero.

-       Una Coca-Cola – le pedí si mirarlo.

-       Y yo otra igual – pidió April sonriéndole al camarero.

-       Esperen un momento mientras les traigo sus bebidas.


Mire a mi amiga del otro lado de la mesa, estaba mirando fijamente a una dirección, me voltee y estaba mirando al mesero que ahora entraba a la cocina, le hice señas de que me prestara atención, hasta que me devolvió la mirada.

-       ¿No vistes lo bello que era? – pregunto ansiosa.

-       Eh, la verdad es que no le preste atención – admití.

-       ¿Qué te pasa?

-       Nada, por que todos lo preguntan… - conteste y desvíe la mirada.

-       Es que te veo como preocupada y en tu burbuja – dijo inclinándose y poniendo sus manos sobre la mesa

-       Mi súper burbuja -  reí -. Es solo que… no he tenido una muy buena semana…

En ese preciso momento llego el camarero con las bebidas, alce la vista para poder mirarlo, era rubio, alto y ojos marrones, los mismos gustos de April sin duda alguna, April no dejaba ni un segundo de mirarlo con una amplia sonrisa mientras nos entregaba a cada una nuestras respectivas bebidas, saco de un bolsillo una libreta con un bolígrafo para anotar nuestro pedido.

-       ¿Qué desean de comer esta noche? – pregunto solo mirando a April, como si yo no existiera.

-       Un California Roll, por favor – April cambio la voz, a una voz mas dulce de lo normal.

-       Y ¿para usted? – voltio la mirada hacia mi, me miro de arriba abajo comiéndome con la mirada.

-       Nada, gracias – conteste fríamente, con una mirada asesina.

Detestaba que me miraran así, de arriba abajo, era una actitud, para mi, grosera, departe de un hombre. Tomo nuestras cartas de menú y se retiro

-       ¿No lo vistes ahora? Creo que voy a preguntar por su nombre – ansiosa pregunto y dijo.

-       Si, horrible para mi gusto, se parece mas a tus gustos – dije tomando pequeños sorbos y encogiéndome de los hombros.

-       ¿Mis gustos? – arqueo la cejas y yo asentí con la cabeza -. ¿Y cuéntame de los tuyos? – me miro con picardía.

No respondí y desvíe la mirada por que comenzaba a sonrojar ante la pregunta, vi de reojo como ella se reía de mi, la mire otra vez.

-       Que se yo cuales son mis gustos – sonreí y baje la mirada.

-       Sabes olvídalo – dijo con una amplia sonrisa en su rostro.

-       ¿Crees que Emily la este pasando bien? – cambie de tema, drásticamente

-       Claro, debe de estar en su camarote de lujo, con su novio, abrasaditos… - exclamo mirando al techo y encogiéndose de los hombros.

-       Que bien que ellos se amen tanto, me alegra por ella – agregue recostándome en el respaldar de la silla y quitándome la chaqueta que traía puesta -. Hace mucho calor aquí.

-       Aquí si pero afuera no, ayer me estaba muriendo del frío mientras dormía, ¿qué bien que ya llego la navidad?

-       Amo la navidad, sobretodo por el clima y los regalos – agregue mordiéndome el labio.

-       ¿Enserio? – dijo sorprendida abriendo la boca -. Yo odio este clima, es de lo peor, lo bueno es la moda de invierno.

-       Mmm, es la mejor colección del año, blanco, negro  y gris, con esas chaquetas gigantes – imagine.

-       Si, es de lo mejor…

En ese preciso momento llego el camarero con el sushi de April, tenia una imagen muy buena la comida y por mas que me encantaba el sushi no tenia hambre esa noche.

-       Que lo disfruté – exclamo hacia April.

Acto seguido, April tomo los palillos y empezó a comer, mientras ella comía, hubo un silencio súbito y para no interrumpirla mientras comía decidí no hablar, dejarla comer y mirar a los lados.
El Restaurante tenia una decoración muy elegante, pase por cada mesa viendo a cada persona, personas que a primera  se podía decir que era multimillonarios, parejas habían en motón, pero solo detuve mi mirada en una mesa en especial que se encontraba cerca de la mía, en una mesa donde se encontraban dos hombres, uno al frente del otro, conversando, pude reconocer uno a simple vista, era Nicholas, me quede boquiabierta, era igual a como lo había visto en mi sueño, solo a diferencia de la ropa que traía, una camisa negra con los botones del cuello abiertos, unos jeans totalmente negros, enguanto a la persona que tenia al frente no la pode reconocer ya que se encontraba volteada,  lo único que pude ver era su cabello liso de un color muy negro.
Mire fijamente a Nicholas por un buen rato, evaluando, era igual de hermoso como siempre lo había visto, April se dio cuenta que no paraba de ver a un mismo lugar y voltio para seguir su mirada de la mía, me miro.

      ¿Por qué miras tanto a esa mesa?

      No por nada en realidad – mentí desviando rápidamente mi mirada.

      Creo que ni tu misma te tragas esa mentira – reprocho levantando una ceja y mirándome fijamente –. ¿Qué pasa que no dejas de mirar esa mesa?

¿Que le iba a decir? ¿Que aquel hombre que esta en la mesa, era el que, cada vez que lo veía, hacia latir mi corazón perdidamente y alocadamente, aunque no lo conociera bien?

      Es que… – trate de contestar un nerviosa antes que ella me interrumpiera.

      ¡OH dios mío! – casi grito April siguiendo a alguien con la mirada –. Mira a Louis.

Louis Lynn, uno de los tantos ex novios de April, bueno el fue el ultimo y mas decente de todos, es alto, pelo castaño con ojos marrones, para mi era muy simpático, hasta que el termino con April, ella quedo destrozada con lo que paso y por mucho que diga April de que ya lo olvido, ella sigue enamorada de el, lo puedo ver en sus ojos y puedo presentirlo.
El estaba muy cerca de nosotras y estaba acompañado de otra mujer, mire a April a los ojos, estaba enfurecida.

      Tráigame la cuenta – ordeno April al mesero mas cercano.

      Hey, ¿porque tan rápido nos tenemos que ir? – replique yo.

      Porque no le quiero ver la cara – dijo April a regaña dientes.


Llego el mesero con la cuenta y April la toma rápidamente, saco su tarjeta de crédito y se la entrego al mesero, sin mirar la cantidad y ni dejándome pagar.

      ¿Por qué no me dejaste pagar? – me queje.

      Luego me lo pagas con otra cena, tranquila – contesto recogiendo sus cosas y recibiendo la tarjeta de crédito.

Se levanto rápidamente de la mesa y yo la seguí, me tomo de un brazo y me jalo entre todas las mesas para llegar a la salida, iba muy rápido y el camino era muy estrecho y sin darme cuenta tropecé el centro del pie con una pata de una silla, pero no me caí, solo me tambaleé, ‘‘maldición’’  me dije a mi misma, me dolía mucho el pie y mas si estaba en tacones, maldije en todo el camino, todavía April me seguí jalando y casi llegábamos a la puerta, me volteé casi cojeando de un pie por el dolor y lo ultimo que puede ver de la sala fue la mesa de Nicholas.

lunes, 1 de agosto de 2011

Capitulo 4


4

Miradas


Presione el botón del timbre de la casa de Emily, haciendo que dentro de ella suene un pequeño ruido, lo suficiente alto para que Emily pueda escuchar, espere a que Emily abriera la puerta, mientras mire a mi alrededor, había un clima nublado, es un día perfecto para que llueva, hoy el amaneció la ciudad toda humedad, debido a la lluvia de ayer.
Bostece no dormí casi ayer, observe el jardín de la casa de frente que estaban podando la Granma, me volví para tocar el timbre por segunda vez pero antes que pudiera tocarlo se abrió la puerta de par en par y en ella se pudo mostrar a Tony abrazando a Emily por detrás y tratando de besarla,  mientras ella se batía sonriente para poder recibirme.

-       Ya… un momento – chillo sonriendo

 Y se voltio a darle un beso largo, ignorando que estaba hay, espere hasta que se dieran cuanta, pero creo que no se acordaban, ¿como podían besarse tanto?, ¿no se cansaban?, siempre que los veo están así, uno encima de otro, diciéndose lo tanto que se quieren…

-       Me empalagan – pensé involuntariamente en voz alta finalmente.

-       Ah si, casi lo olvido -  contesto Emily alejándose de Tony -. ¡Sophia! ¿Como estas?

-       Bien y ¿tu? – exclame avanzando para entrar en la casa, mientras oigo como Emily cierra la puerta tras de mi.

-       Mejor que nunca – dijo emocionada, se le escucha en su tono.

-       Y ¿cómo va todo lo del viaje?… ¿dónde esta lulu? Es que tengo que salir temprano – mentí.

-       Esta arriba…. ¿Tony puedes traerla? – le pregunto a Tony mirándolo a los ojos, que se encontraba a lado de ella, el asintió con la cabeza y le robo un pequeño beso, se separo de ella y subió las escaleras -. Sus cosas están encima de la cama – grito.

Hubo un leve silencio, mire a mi alrededor mientras lo esperábamos, mire a Emily y vi que ella me estaba observando con mucho detalle, penetro su mirada en la mía, lo que me puso un poco incomoda, mientras ella dice:

-       ¿Qué paso anoche? – pregunto seriamente.

Yo lo mire sorprendida, ¿cómo sabia que había pasado algo?, ¿será mi mirada?, cambie mi mirada para descartar que no era eso, por que me seguía mirando con aquella cara de preocupación.

-       No me pasa na… - casi termine de mentir, pero me interrumpió.

-       Te sucede algo… hoy te veo rara, como un poco preocupada – replico acercándose mas a mi para poder verme mejor -. Si de verdad necesitas algo solo dímelo.

-       Gracias pero de verdad no me pasa nada – la tranquilice aunque creo que no me creyó, escuche como bajaba una persona de las escaleras y muchas patas.

-       Aquí esta todo – dijo sosteniendo con una mano un gran bolso azul a punto de desbordarse -. Te acompaño para guardar en el carro.

Camino hasta la puerta para abrirla, yo lo seguí, pero alguien me puso la mano en el hombro y me dio un giro Emily, me enseño la cuerda de lulu donde estaba atada y yo le sonreí tomándola, se me había olvidado tomar a lulu, atravesé el jardín delantero con la cuerda de lulu sosteniéndola, saque las llaves del carro y toque le botón de ‘’abrir maletera’’ haciendo que lo que cubre la maletera subiera para abrirla, Tony coloco el bolso dentro de la maletera y la cerro fuertemente, haciendo que me estremeciera, abrí la puerta del copiloto y lulu brinco al asiento quedándose sentada tranquilamente mientras yo me despedía de ‘’La Feliz Pareja’’.

-       Bueno hasta aquí llego yo – dije mientras besaba a la en la mejilla a Emily y a Tony -. Espero que se diviertan mucho en su crucero y disfrútelo mucho -. Sonreí a cada uno.

Di la vuelta al carro alrededor para entrar en el asiento del piloto, Tony cerro la puerta del copiloto, entre en el carro y encendí el carro mientras bajaba el vidrio del copiloto para poder despedirme por segunda vez, lulu saco su cabeza por el vidrio esperando a que el viento toque contra su cara.

-       Chao – dijo Emily -. Cuídate… Y ya sabes – se despidió sabiendo a que se refería.

No respondí y puse en marcha el carro e hizo un pequeño ronroneo, en el equipo de sonido sonaba la canción de Girls Just Wanna Have Fun de Cyndi Lauper que mi Ipod reproducía, un poco vieja pero muy buena, subí el volumen del reproductor y cante al ritmo de la canción, no se me daba bien todo el rollo ese de cantar, pues tengo una voz terrible, pero que mas da, solo quería divertirme un rato para pasar el tiempo.
Maneje un rato por varias cuadras sin rumbo alguno, no tenia muchas ganas de volver a casa y quedarme aburrida. Aparque en una cuadra donde había muchos cafés y tiendas de ropa y accesorios, subí el vidrio del copiloto, apague el motor del carro dejando un silencio total dentro de el y llame con un silbido a Lulu, haciendo que esta brincara hasta mis piernas y poder tomarla de la cuerda verde manzana que la sujetaba fuertemente, tome la manilla que abría la puerta y de un solo empujón la abrí de par en par, haciendo que Lulu brincara otra vez fuera del carro.
Camine hasta a acera , voltee hacia mi carro para poder memorizarme donde estaba aparcado y que tenia alrededor de el.
Volví a voltearme y comencé a caminar, pude ver varias tientas de ropa, pero nada que llamara mi atención excepto una tienda repleta de estanterías con muchos libros de diferentes categorías, entre en ella solo para ver algunos libros, estaba relativamente sola y no vi ningún cartel de no admisión de perros, así que entre fácilmente con Lulu, en verdad no me preocupaba que me llamaran la atención, lo peor que harían es echarme de la tienda, mire la estanterías de los libros en busca de algo en la cual pueda entretenerme por lo menos un buen rato, pase por la sección de los mas vendidos, pero no vi ningún libro que me llamara la atención, me detuve en la sección de series en busca de algo y rebusque entre muchos libros hasta que encontré El Diario de Noah, había visto la película hace varias semanas atrás y me encanto, espero que el libro también lo haga.
Tome el libro decidida a comprarlo, me dirigí a la caja registradora con Lulu, donde detrás de ella se encontraba una pequeña chica pelirroja, coloque el libro sobre la mesa para que pudiera pasar el código de barra del libro.


-       Son 10,95, cariño – dijo mientras pasaba el código por el lector -. ¿Deseas algo mas?

Me gire de medio lado en busca de mi monedero dentro de mi cartera, rebusque hasta el fondo de ella y sentí un pequeño rectángulo de cuero, muy similar a mi monedero, lo saque y extraje de el 15 dólares y luego se los entregue a la chica.

-       Con eso basta – solté


Ella abrió aquella caja registradora para sacar lo que faltaba por devolverme y me entrego el dinero junto a una pequeña bolsa cuadrada blanca.

-       Gracias, que tenga unos buenos días – finalice haciendo un gesto de despedida con la cabeza.

Salí de aquella tienda y camine unas cuadras calle arriba, donde pude visualizar un Starbucks cerca, camine el tramo que quedaba hasta el y entre, era un Starbucks pequeño y estaba muy cerca la caja registradora, hice la cola para hacer mi pedido, mientras esperaba que la cola avanzara, vi que no había tampoco mucha gente dentro del local, ¿qué pasaba hoy que no veía tantas personas en la calle como es de habitual en California?, ¿ es que estaban festejando algo hoy y no lo sabia?, me dije.
Pedí lo habitual, un moffin y un Latte pequeño, pero aunque por muy pequeño que lo pida, los vasos de Starbucks son gigantes, es eso lo único que no me gustaba, espere hasta que me entregaran lo que había pedido y  me senté en un sillón libre color verde en el fondo de la tienda, saque mi libro para poder leer un poco, mientras sentí como Lulu se sentaba en mis pies.
Tranquilamente alce el brazo para tomar el vaso del café que se encontraba en una pequeña mesa redonda, lo lleve hasta mi boca y tome un sorbito del café pero enseguida lo aleje por lo caliente que lo encontré, deja automáticamente el vaso en la mesa y saque la lengua para sentir un poco el aire para enfriarla, agarre la bolsa donde estaba el moffin, lo saque del fondo y le di un pequeño mordisco, mientras me concentraba en la lectura y oía los susurros de las personas a mi lado y el movimiento de las personas entrando y saliendo.
Tras haber leído unos cuantos minutos y paginas, decidí que era el momento de moverme de aquel lugar, tome mis cosas, guarde el libro en mi cartera y me sentí como sonreía al ver que cuando me levante Lulu lo hizo también pero acto seguido se estiro hasta el mas mínimo hueso de su pequeño cuerpo, camine el pequeño tramo hasta la salida y en una basura bote la bolsa con las sobras del moffin, todavía no terminaba de tomarme mi café, así que decidí tomármelo en el camino hacia el carro.
Cuando paso la puerta de salida del local, me estremecí por el viento friolento que pego contra mi cuerpo, camine calles abajo abrazándome brazos del frío, se me había olvidado mi chaqueta en el carro, sin pensar en el frío que iba a haber, tome un sorbito del café y sentí el calor pasar por mi cuerpo, Lulu iba adelante, pero derepente mientras caminaba sentí la sensación que me miraban fijamente la espalda, mire de reojo y  vi a alguien que no puede reconocer,  mirarme y seguirme, en ese momento pensé en todas las cosas malas en el mundo.


-       Solo es un presentimiento, no te alarmes – me tranquilice en voz baja, lo suficiente para que solo yo me escuchara.

Seguí adelante ignorando lo que sucedía, pero la sensación  ahora era mas fuerte y era imposible ignorar lo que pasaba tras de mi, sentí como me miraban fijamente la nuca, pare en seco y volví a ver señales de algo pero ahora… nada, solo había gente caminado por sus rumbos habituales.
Comencé a preocuparme un poco mas y acelere el ritmo de mis pies, faltaba poco para llegar hasta el carro, cuando Lulu comenzó a ladrar sin sentido, no paraba, por mucho que trataba de callarla, metí mi mano en el bolso y busque apresuradamente las llaves del carro hasta que las encontré, coloque la mano en la manilla y hale para abrir de un empujón, Lulu salto al asiento y entre en el carro como un rayo, me coloque el cinturón, encendí el motor y puse en macha para ir a la casa.
Respire hondo y me tranquilice un poco, la cabeza de daba muchas vueltas

-       Okey, ¿me quieren raptar o que? – me dije en voz alta sarcásticamente.

Que pasaba en estos días o era yo que estoy alucinando, ayer apareció alguien en mi cuarto misteriosamente, pensé que había alguien afuera de mi casa y ahora me persiguen, ¿Y ahora que mas?, solo falta que venga un alienígena y me secuestre.
Baje un poco el volumen de la música y me concentre en llegar a la casa sana y salva, mientras pasaba por las casas vecinas hasta llegar al porche de mi casa, apague el motor del carro y baje del carro con Lulu, abrí la maletera y saque las cosas de ella, las coloque sobre mi hombro y subí el pequeño tramo de escaleras que hay en la entrada, abrí la puerta y solté la cuerda de Lulu para que viera su hogar temporal.
-       Bienvenida a mi acogedora casa, pequeña – dije con pocos ánimos.

Ella comenzó a dar vueltas por la casa, para conocerla un poco mas, camine y deje las llaves sobre la mesa del comedor alado de la sala de estar y saque las cosas de Lulu, lo primero que pude sacar fue su tazón, pero después llego Bárbara que venia de su cuarto.

-       Déjeme y la ayudo – pidió amablemente mientras me arrancaba de las manos el bolso.

-       Gracias, pero deberías a veces dejarme hacer algunas cosas – repuse mirándola fijamente

Di la vuelta lentamente y vi fijamente el piano, hace mucho que no practicaba piano, practico desde que era pequeña, mi mama me había enseñado, le encantaba el sonido del piano tanto como a mi.

-       ¿Va a practicar de nuevo piano? – pregunto Bárbara desde la cocina.

Me voltee a ella, vi que tenia la ceja levantada y muy atenta recostada sobre el mesón de la cocina, a ella le gustaba mucho como tocaba, me reí y asentí, acto seguido me senté frente al piano y rebusque una canción que tocar, al principio eran todas de Beethoven pero ya casi al final de aquel libro había unas mas nuevas, bueno no tan nuevas, encontré  Black Keys, cerré los ojos y rocé con las yemas de mis dedos cada tecla del piano mientras buscaba la tecla indicada para el comienzo de la canción, respire profundamente después de encontrarla y comencé a tocar aquellas teclas de acuerdo al ritmo de la canción, mantenía los ojos cerrados, no necesitaba ver las notas, sabia de pies a cabeza esa canción, aquel sonido era felicidad para mis oídos, no necesitaba mas que eso.
Abrí los ojos luego que me di cuenta que la canción había terminado por completo, sentí un sonido sollozo y me voltee a buscar  donde provenía ese sonido, pero era solo Bárbara, que desde la cocina le salían pequeñas gotas de lagrimas en sus ojos, la mire y me reí para poder alegrarla un poco mas.

-       No llores, pequeña – bromee con el final, me pareció una frase graciosa.

Creo que ignoro aquellas palabras, igual seguían cayendo pequeñas gotas de sus ojos, me levante de mi asiento y fui hasta ella, pase un brazo por sus hombros y la abrace, ella me devolvió el abrazo.

-       Cuéntame, ¿Por qué lloras?, ¿Tan mal toco? – susurre mientras le daba pequeñas palmaditas en la espalda.

-       No – río con pocas ganas – es solo que me recuerda a mi familia y a mis hijos -  lagrimas un poco mas grandes se deslizaron por sus ojos.

Esas cosas me parten mi corazón, Bárbara había dejado su familia en México tras venir a este país, en un resumen, dejo todo para conseguir un mejor vida acá y que sus hijos también la tuvieran, solo vino por un mejor trabajo y mejor sueldo para mantener a su familia  con las necesidades básicas.

-       Tranquila, solo piensa que algún día ellos estarán a lado tuyo contigo en todo lo que necesites – la tranquilice.

Ella se aparto de mi y me miro, luego con el cuello de la camisa se seco los ojos ahora mas rojos que antes.

-       Gracias por todo – me agradeció - ¿Quieres algo de comer?

-       No, gracias – conteste- solo quiero estar en mi cuarto un rato pensando.

domingo, 24 de julio de 2011

Capitulo 3


3

Sombras Negras



-       …se ha registro en por lo que va de esta semana en el Estado de California mas de 17 muertes, la cifra mas alta registrada en este año en California… - anuncio el locutor de noticias por televisión.

Me impresiono esa cifra,  era muy alta para lo habitual en California, estaba sentada con mi pijama en la sala de la casa, que se encuentra al frente de la cocina, había en ella muchas cosas, un sillón largo de lado a lado de la sala, una mesa baja de cristal al frente de el, una televisión plasma gigante en un mueble blanco frente a la pared, una consola WII, aunque dicen que eso es cosas de niños, yo no lo creo, me gusta mucho jugarla, tenia muchas películas en el mueble donde estaba la televisión, era obvio que me encantaba las películas y lo mejor de ella, es que en la esquina se encontraba un piano de cola de color negro, tocaba piano, la verdad es que me encantaban tocar piano.
Tome el control del televisor y pase el canal, no me gusta ese tipo de noticias, mientras pasaba pare en FOX, estaban pasando YES MAN, no paraba de reírme, bostecé, pero comenzaba a tener sueño, Bárbara siempre se acostaba temprano para levantarse temprano, presione el botón de OFF y el televisor se apago dejándome a oscuras, pero después de unos segundos mis ojos se adaptaron a la oscuridad, me levante del sillón y fui hasta la nevera, abrí la puerta de esta y saque un Yogurt de fresa, ese era normalmente mi cena, cerré la puerta de la nevera y camine hasta las escaleras, pero me volví al recordar que había olvidado la cuchara para comer el Yogurt, abrí la cajuela donde estaban los cubiertos, saque una cuchara, mientras cerraba la cajuela me detuve, por instinto sentí que alguien me miraba fijamente y mire de reojo hacia la puerta de cristal que llevaba hacia la piscina y pude ver una sombra de una persona detrás de ella, tras ver eso, asustada me gire completamente hacia la puerta, pero no había nada, di lentamente pasos hacia la puerta, ya al frente de ella no había nada, pero, gire la manilla lentamente, admitiré, tenia miedo, no se como saque tantas agallas, ya abierta la puerta la empuje lentamente para poder salir, di un paso al frente para salir al garaje trasero, ya a fuera sentí unas gotas de agua cayendo en mi pelo, alce la cara, mirando hacia el cielo y estaba comenzando a llover, había una nube gigante negra y a lo lejos se escuchaban los ecos de los truenos, volví al por lo que había salido, mire de lado a lado.

-       ¿Hay alguien  aquí? – pregunte.

Nadie ni nada respondió ante mi pregunta, mire de lado a lado otra vez, pero lo único que pude ver fue la plena oscuridad, no muy convencida de que allí no había nada por lo cual alarmarse, di media vuelta para adentrarme en la casa, cerré la puerta y pase las llaves a esta, camine el tramo que había desde donde me encontraba hasta las escaleras.
Mientras subía las escaleras observe los cuadros que había en la paredes, eran todos coloridos, pero ninguno tenia significados, todos eran una especie de garabatos, llegue hasta el final de las escaleras, donde había un pasillo que daba a la dirección derecha y a otra dirección hacia la izquierda, adelante solo se encontraba la baranda de vidrio que protegía, para no caerse y llegar al primer piso.
Tome la dirección derecha ya que de ese lado se encontraba el cuarto principal, en la dirección de la izquierda estaba el cuarto de Bárbara, un baño y la sala de los recuerdos, bueno la llamaba así por que tenia alrededor de ella muchas fotos de mi familia y amigos, guardaba muchas cosas valiosas en ella, como mis libros, recuerdos de mi infancia, era como un deposito pero muy ordenado y grande.
Abrí una puerta de mi cuarto, tenia dos juntas, bueno compre la casa así,  extendí las manos hacia la pared buscado el interruptor para encender las luces, lo encontré y lo pulse, se encendieron mas de 10 luces indirectas que se encontraban alrededor del techo de mi cuarto, estaba pintado de color blanco, en el centro de el había una cama King con un copete alto de cuero blanco, un edredón y almohadas de juego de color blanco y puntos de muchos colores, que cubría toda la cama y un cuadro grande de un girasol detrás de ella, tenia una alfombra gigante naraja que cubría toda la cama por debajo, una mesa de noche en los dos lados, donde tenia una lámpara para leer, el libro de El Perfume, lo estaba leyendo, me gustaban ese tipo de libros, aunque parezca macabro, mi iPod Touch y un portarretrato con una foto de Emily y yo en Hawai donde habíamos ido de vacaciones.
En la pared del lado derecho había un umbral de pared a pared, al frente de la cama estaba un mueble de madera blanca, donde tenia mi televisión, mi radio y una que otras cosas, como regalos, recuerdos, etc.
La verdad es que mi cuarto no es la gran cosa, creo que es mas grande mi armario que mi cuarto.
Deje mi Yogurt en la mesa de noche y fui hasta el baño que estaba del otro lado de la habitación, estaba cansada y quería darme un baño para relajarme un poco.
 Llegue hasta el baño, me desvestí y puse la ropa en la cesta, abrí el grifo de agua caliente luego entre en la ducha, el agua estaba de verdad muy caliente mientras caía en mi pelo, me enjuague el pelo con un shampoo y acondicionador de vainilla, mi esencia favorita, no quería salir  del agua, así que estuve un rato mas en ella.
Cerré el grifo de agua cuando ya estaba muy caliente, el vidrio de la bañera estaba ahumado del vapor, tome la huella que guindaba en el vidrio de la bañera, me seque y salí de la bañera, a fuera hacia mas frío cosa que estremecerme, me dirigí directamente a mi vestidor, era rectangular y grande, a los lados estaban los estantes donde guardaba mi ropa, tenia mucha ropa, amaba la moda, al final del cuarto estaba una pared repleta de todos los tipos de zapatos, fui hasta el estante donde estaban solo mis pijamas y saque una de short rosado con corazones blancos y una camisa blanca de mangas largas de juego, me la puse y salí de la habitación, llegue hasta mi cuarto y deshice la cama para poder acostarme en ella, mientras lo hacia se escucho un trueno cercano, lo que me puso la piel de gallina, mire hacia la ventana y el agua azotaba contra ella como un huracán.

Ya cómoda y segura dentro de la cama, me estire para buscar el control del televisor y el Yogurt que estaba en la mesa de noche a lado mío, encendí la televisión y lo coloque en modo de sleep de 30 minutos, abrí mi Yogurt  y comencé a comerlo mientras veía la serie de GLEE, el capitulo se trataba de las finales de canto,  termine mi Yogurt y coloque la taza en la mesa de noche, me dije que en la mañana apenas me levante la bajo a la cocina, me acomode mas en la cama, puse mi atención en la televisión hasta que mis parpados se iban cerrando cada vez mas rápido, hasta que me dormí profundamente.

Abrí mis ojos en un lugar muy soleado que no pude reconocer. Una parte de mi, muy pequeña, sabia que esto era un sueño, un producto de mi imaginación. Reconocí que estaba acostada en la Granma de algún campo, levante la vista y pude observar muchas rosas rojas a mi alrededor. Me levante cuidadosamente sin parar de observar lo que tenia alrededor, era maravilloso el paisaje que tenia al frente.
Era un campo repleto de rosas rojas, había en el una que otras colinas y luego pensé que la naturaleza que se encontraba allí era maravillosa.
Respire aire fresco, siente como si fuera el mejor aire que jamás había respirado, sonreí tras todo esto y luego baje la vista para ver como me encontraba.
Tenia un vestido blanco de tiras, me llegaba un poco mas arriba de la rodillas, el vestido se veía de alta costura y combinaba con la ocasión, luego baje la vista hasta mis pies y caí en cuentas que estaba descalza, acaricie mi pelo suelto, suave y liso.

Me sentía libre,  me sentía en mi mundo.

Comencé a andar a través de aquel campo, mientras mas lo veía mas me fascinaba, ninguna flor estaba marchita, alrededor de todo el campo no había ni un solo árbol eso me sorprendió mas todavía. Toque con una mano el collar que traía y había heredado de mi familia paterna, cerré mis ojos y baje mi otra mano hasta que pude sentir el rose de las yemas de mi dedos y las rosas.
Estuve así por un minuto, abrí mis ojos y pude sentir como la brisa tocaba mi piel, corrí para sentirla mas y mas fuerte, hasta que llegue a lo alto de una colina donde cerré los ojos por segunda vez y sentí como el viento  jugaba con mi pelo.

Estaba en el paraíso.

Abrí los parpados y me sorprendí que frente a mi, o mas bien a menos de 100 metros estaba un gran río de largo y un gran puente de madera sobre el que llevaba hacia la otra orilla donde comenzaba un frondoso bosque. Baje la colina cuidadosamente sin parar la vista de aquel puente. Llegue hasta la orilla, mire el agua de aquel río y era muy cristalina, lo suficiente para poder ver el fondo, no era muy profundo.
Alce la vista pare ver del otro lado del río y pude observar a alguien sonriendo con mucha alegría, enfoque mas la vista y pude reconocer quien era…

Era Nicholas…

Lo observe detalladamente, estaba recostado el un árbol frente al comienzo de puente de la orilla contraria, se veía perfecto igual y como lo había visto, solo que a diferencia que llevaba una diferente ropa, no dejaba de sonreír en ningún momento, eso hizo que yo sonriera de oreja a oreja, aun hay sentía maripositas. Decide que lo mejor era caminar hasta donde el estaba, así que decidí cruzar el puente que nos separaba, mientras lo atravesaba no paraba de verlo cada vez mas cerca de mi, ya casi terminaba de cruzarlo cuando aparte la vista, solo para ver mis pasos por dos segundos, rápidamente alce la vista de nuevo y me detuve en seco, ya no estaba, solté un gemido, mire desesperada a mis lados y al bosque en busca de alguna señal, pero nada, estaba tristemente sola de nuevo en aquel lugar desconocido, repentinamente caían muchas gotas de agua en el cielo, haciendo que me mojara completamente, escuche unos truenos en lo mas lejos y luego de unos segundos sentí como piso bajo mis pies de derrumbaba rápidamente y a continuación caía en un profundo y oscuro agujero, sentí la caída como hacia afecto y antes de caer en el piso…


Me levante bruscamente a oscuras de mi cama jadeado, estaba sudando y temblando. Tras la cesación de caída en mi sueño, había despertado. Arrime todas las sabanas que cubrían mi cuerpo y permití que el aire me enfriara un poco mas mi cuerpo, lleve mi mano hasta mi frente para sostener mi cabeza y espere una segundo hasta tranquilarme.
Hubo un trueno afuera de la casa muy cerca, haciendo que iluminara todo mi cuarto y pude ver en esos pocos segundo del trueno, que en la esquina de el había una sombra en forma humana, dejo de iluminarte el cuarto y caí presa del pánico, no sabia que se encontraba en la misma habitación en donde estaba, mire a mi alrededor en busca de alguna señal de alguien o algo y no había nada, extendí mi mano rápidamente buscando a tiendas para encender la luz de la lámpara de noche y ilumino una buena parte del cuarto y pude ver que no había nada en el, además de  mi persona, mire el reloj y eran las 5:42 AM, faltaba poco para que saliera el sol, bostece pero no tenia sueño, alce la mano para buscar debajo de mi mesa de noche mi diario, bueno solo escribía cuando me sucedían cosas extrañas o escribía para solo distraerme, así que decidí que lo mejor seria contarle aquel extraño sueño y lo que había visto ahora.
Saque de aquella caja mi diario, era de un color naranja fosforescente, lo abrí y pase las paginas hasta llegar al ultimo espacio donde podría escribir…

``Querido diario…

Hoy a sido el día mas extraño que he tenido en toda mi vida, es oficial, creo que estoy volviéndome loca, mi mente me esta haciendo unas mala pasada, hoy he visto sombras de personas, pero no hay nadie, es muy raro…’’

Seguí escribiendo lo que me sucedía hasta que mis ojos se cerraban por si solos y  volví a dormirme.